Negarme a mí misma?
Crecí escuchando que, para ser buena cristiana, tenía que “negarme a mí misma”. Lamentablemente, nunca me explicaron bien (¿o no entendí?) el verdadero significado de esta expresión. Como soy una mujer Latina, extrovertida y llena de opiniones, pensé que Dios esperaba que me sometiera a una “transfusión de personalidad” completa antes de poder amarme o aceptarme. ¿No es triste creer eso? ¡Gracias a Dios, eso NO es lo que significa la frase! Morir al yo no implica convertirnos en copias idénticas (como si Dios usara un molde o un cortador de galletas para deshacerse de nuestras personalidades y características únicas). Lo que realmente significa es morir al yo inauténtico, es el proceso en el que desaprendemos tendencias y patrones tóxicos que nos impiden crecer. Morimos a las limitaciones que nos mantienen como un grano (vivir pendientes de las opiniones de los demás, ahogarnos en la crítica y el odio hacia nosotras mismas, empequeñecernos para no intimidar a otros, etc.) para poder dar fruto. Si mi explicación te suena a «gracia barata», prueba hacer una de estas cosas: 1. Establecer límites cuando alguien te trate de manera tóxica o abusiva; 2. Decir «NO» cuando alguien te pida algo y tu exhausto cuerpo te suplique por descanso; o 3. Atreverte a defraudar las expectativas ajenas para mantenerte fiel a tus sueños y tu llamado. ¿Es fácil? ¡Claro que NO! Es una especie de muerte. Cuando haces la ardua y valiente tarea de sanar, estás muriendo a tu yo inauténtico y creando espacio una versión más libre y genuina de ti misma. (Y, para que quede claro, Dios te ama a cada paso del camino. Su amor NO depende de tu desempeño. Tu valor es intrínseco).
Morir al yo NO significa…
Tolerar relaciones abusivas.
Sacrificar tu salud.
Permitir que tus compañeros de trabajo se aprovechen de ti.
Empequeñecerte para no intimidar a los demás.
Significa morir a patrones de conducta que te impiden crecer.
Dejar de sacrificar tu autenticidad para intentar ganar aprobación.
Significa sanar y hacer la ardua y valiente tarea de vivir de manera auténtica.
A Dios le agrada que seamos más (no menos) reales.
Gracias por tomar tiempo para leer los blogs de Vanesa Pizzuto. Esperamos que te inspiren, especialmente en los momentos difíciles, y los dias nublados. Continúa con nosotros, envianos un emal si quieres que oremos por ti.
Foto: Brett Jordan, Unsplash.